Introducción
Primero que todo, es bueno entender que al endeudarse uno pide dinero prestado que no posee, para poder realizar algo (ejecutar un proyecto, comprar un bien o incurrir en un gasto), comprometiéndose a devolverlo en el futuro de una cierta manera. El endeudamiento no es malo, de hecho, nos permite adquirir bienes que de otra forma no podríamos, como una casa o un auto, que sería muy difícil comprar al contado. El problema es el sobreendeudamiento, es decir, cuando nuestros gastos financieros mensuales son muy altos y representan un porcentaje mayor o muy importante de mis ingresos mensuales.
En esta sección abordaremos la ruta completa del endeudamiento, desde qué debemos tener en cuenta al momento de tomar la decisión de endeudarnos, hasta alternativas para reducir mi deuda cuando ya estoy sobreendeudado.
Las sugerencias y pasos que se indican son generales y pensados en ayudar al mayor número de personas. Sin embargo, cada persona tiene una situación diferente y deberá distinguir qué es lo que más le sirve de este documento.
1.- Cómo evaluar la decisión de endeudarse
Lo primero que hay que entender es que las personas tienen necesidades y deseos, y es muy importante saber diferenciar ambos conceptos. Los deseos son aquellas cosas o servicios que me gustaría tener pero que no son realmente necesarios en mi vida, en cambio, las necesidades son cosas o servicios esenciales en mi vida (vivienda, salud, etc.).
Asimismo, se debe tener en cuenta que las necesidades y/o deseos de las personas son infinitas o inagotables, toda vez que a través de la vida de una persona van apareciendo nuevas necesidades y deseos. Sin embargo, los recursos necesarios para satisfacer las necesidades son limitados, y corresponden solo a aquellos recursos que tengo disponibles.
Así, concentrándose primero en las necesidades y no en los deseos, se deben jerarquizar las necesidades detectadas, es decir, ordenarlas desde las más importantes hasta las menos importantes. Esto es algo que la persona decide y no existe una fórmula preconcebida para esta jerarquización, pero sí es importante que se consideren todas aquellas necesidades vitales para la persona y enfocarse en las que la persona definió como más importantes. La relevancia de la jerarquización de las necesidades es que constituye la base para planificar cómo asignar los recursos de un presupuesto.
Luego, una vez determinado el presupuesto disponible, el siguiente paso es identificar qué necesidades pueden satisfacerse con los recursos actuales. Es común que los ingresos no sean suficientes para cubrir todas las necesidades detectadas. En ese caso, es importante calcular cuánto dinero adicional se requiere para cubrir aquellas necesidades que no pueden ser satisfechas con el presupuesto disponible.
Posteriormente, es fundamental evaluar si es posible ahorrar para cubrir esas necesidades en el futuro. Esto implica analizar la capacidad de ahorro y calcular el tiempo necesario para reunir el dinero requerido. Si el período de ahorro es demasiado largo y no es viable esperar, se puede considerar la posibilidad de solicitar un préstamo para cubrir las necesidades pendientes.
En cualquier caso, se recomienda tomar decisiones financieras responsables, priorizando siempre la capacidad de pago y evitando comprometer la estabilidad económica personal o familiar.
Si después de realizar el análisis previo, la persona decide adquirir una deuda, el siguiente paso es evaluar cuidadosamente las alternativas de crédito disponibles. Para ello, es recomendable cotizar en distintas instituciones financieras y verificar si es necesario contratar seguros asociados al crédito.
Es fundamental asegurarse de que la cuota del crédito pueda ser cubierta con el presupuesto mensual de la persona, es decir, que sus ingresos habituales sean suficientes para realizar el pago. Además, se debe garantizar que en la fecha acordada para el pago de la cuota exista la disponibilidad de los recursos necesarios en el presupuesto.
El cumplimiento puntual de los pagos es crucial. En caso de no pagar la cuota en la fecha y el monto establecidos, se generarán costos adicionales como intereses moratorios y otros cargos, que pueden acumularse desde el primer día de atraso. Si los pagos no se regularizan, esto puede derivar, en algunos casos, en procesos de cobranza judicial, incluyendo el embargo y remate de bienes, lo que implica costos y consecuencias significativas.
En conclusión, los créditos no son inherentemente buenos o malos; lo que determina su impacto es la planificación. Una mala planificación puede llevar a dificultades para cumplir con los pagos y generar gastos mucho mayores a los inicialmente previstos.
2.- Evaluación del nivel de endeudamiento
Para evaluar el nivel de endeudamiento de una persona, se puede utilizar una escala imaginaria que permita ubicar a las personas en diferentes puntos según su relación con las deudas, como muestra el siguiente esquema:
Este esquema tiene como objetivo ayudar a las personas a identificar su situación financiera actual y reflexionar sobre las acciones necesarias para mejorarla.
En este contexto, resulta fundamental contar con un presupuesto bien estructurado. Un buen presupuesto permite identificar áreas en las que se pueden reducir gastos, calcular cuánto se puede disminuir y evaluar si existen posibilidades de generar ingresos adicionales. Este ejercicio no solo contribuye a aliviar la carga financiera, sino también a fomentar una planificación más responsable y consciente.
La clave está en tomar decisiones informadas que promuevan el equilibrio entre ingresos y egresos, de manera que se facilite el camino hacia una situación financiera más estable y sostenible.
3.- Alternativas para reducir el sobreendeudamiento
Si estás en un punto donde te encuentras sobreendeudado se recomienda seguir los siguientes pasos:
- Reducir gastos: Considerar si existen algunos gastos en mi presupuesto que puedo rebajar o dejar de consumir algo para no incurrir en dichos gastos. Para esto es importante el uso y revisión periódica del presupuesto, así se pueden identificar los ítems en que se puede reducir el gasto. Por ejemplo, una persona puede ver que dentro de sus gastos hay ítems que no son indispensables y podrían evitarse al menos por algún tiempo, tales como: idas al cine, salidas a comer a restaurantes, postergar compras de bienes, etc.
- Ingresos extras: También es importante ver si es posible tener algunos ingresos extras por el período en que se necesita salir del sobreendeudamiento. Esto significa la posibilidad de tener un trabajo temporal, alguna actividad de comercio, etc.
- Compra de cartera: Esto consiste en tomar un crédito para juntar en una sola operación varios créditos, con la idea de tener una carga mensual financiera menor. Esto funciona especialmente en el caso de personas sobreendeudadas, que aún están pagando sus compromisos, pero cada vez con mayor dificultad. Lo que se debe hacer para esta solución es tener un certificado de deudas que se obtiene gratis en el portal conoce tu deuda. Con este documento se debe concurrir a una entidad financiera y pedir que evalúen la posibilidad de pedir un crédito con la finalidad de pagar los otros créditos. Por ejemplo, si usted tiene un crédito de consumo con una cuota de $120.000, una tarjeta de crédito con cuota mensual de $80.000 y una tarjeta de un supermercado con cuota mensual de $95.000, tiene una carga mensual por estas deudas de $295.000. Entonces la idea es pedir un crédito que pague el total de esas deudas y cuya cuota mensual sea, por ejemplo, $210.000, generando que se baje la carga mensual en $85.000. Lo importante es que la nueva carga financiera mensual sea algo que se pueda pagar y que la persona se comprometa a no seguir aumentando su endeudamiento, para así realmente transitar a un nivel sano de endeudamiento. En este caso, y cada vez que prepagues un crédito, deberás pagar la comisión de prepago correspondiente. (para más información revisa el número 4 del Capítulo 7-1 de la Recopilación Actualizada de Normas de CMF)
- Portabilidad: Otra posibilidad es la portabilidad de algunos productos financieros. Esto significa que la persona puede solicitar a otra entidad financiera "portar su deuda", es decir, trasladar su deuda con otra institución financiera. Esto se hace mediante el botón que todas las entidades financieras tienen en su página para estos efectos. Lo práctico de este sistema es que el papeleo lo hacen las instituciones financieras involucradas.
Luego de la solicitud de portabilidad, la nueva institución financiera analiza los datos y debe enviar una propuesta al solicitante quien dentro de un plazo debe decidir aceptarla o no. La idea en este caso es aceptarla si las condiciones son más favorables que las que tiene actualmente, de manera de aminorar su carga financiera. (para mayores detalles revisa aquí).
- Renegociación: Esta figura consiste en acercarse a la institución financiera acreedora para pactar un cambio en las condiciones del crédito de manera de bajar la carga financiera mensual. Generalmente esto significa aumentar el plazo del crédito para de esta manera poder reducir la cuota mensual.
- Cierre de productos redundantes o no usados: Esto consiste en evaluar la tenencia de productos financieros que no tienen uso y por los cuales puedo estar pagando alguna comisión mensual como la de mantención. Lo importante es evaluar si realmente se necesita ese producto o no, y por tanto, si es redundante o no se usa su cierre puede significar ahorros y rebaja de los gastos financieros mensuales.
- Liquidación concursal: Por último, es importante saber que, si ninguna de las acciones precedentes da los resultados esperados, existe la posibilidad para la persona de solicitar su liquidación concursal, antes conocida como "quiebra". Esto quiere decir que la persona asume que no podrá pagar sus compromisos financieros. Entonces, y considerando que se cumplen con los requisitos estipulados en la Ley N°20.720, la persona pone a disposición de sus acreedores todos sus bienes para hacer frente a los compromisos adquiridos. De este modo, se destinarán los bienes de la persona al pago de sus deudas. Esto no es inocuo, ya que tiene consecuencias para el futuro financiero de la persona. Por lo mismo es muy importante evaluar bien antes de seguir este paso. Para obtener más información al respecto existe la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (SUPERIR), quienes le podrán ayudar y orientar.