La importancia de la existencia de los mercados de capitales dice relación con la contribución que éste hace, a través del proceso de ahorro e inversión, al desarrollo de los países, particularmente en la generación de empleo y en la estabilidad económica de los mismos.
En las economías existen agentes dispuestos a postergar consumo presente por consumo futuro, a cambio de una retribución o beneficio, son los que se denominan unidades superavitarias.
Por otro lado, existen entidades que necesitan fondos para realizar sus proyectos y que están dispuestas a pagar por la obtención de éstos, las que se denominan unidades deficitarias (Sociedades Anónimas, Fondos de Inversión, etc.).
Lógicamente, este traspaso requiere que el que entrega su dinero reciba una retribución por este acto y quien utiliza los recursos hoy, pague un costo por el uso de los fondos, ya sea en forma de interés o algún tipo de beneficio.
La tarea de buscar a una contraparte resulta más difícil si no existe un punto de encuentro. De ahí, la necesidad de un mercado organizado que contribuya de manera eficiente al traspaso de los recursos. Esta organización es la que da la base al desarrollo de los mercados de capitales.
Para obtener financiamiento en estos mercados, las unidades deficitarias emiten valores (bonos y/o acciones), los que son colocados en el mercado, a través de agentes intermediarios, para que sean adquiridos por las unidades superavitarias. También se pueden financiar con préstamos bancarios, en este caso quien intermedia sería el banco, que utiliza los fondos captados de las unidades superavitarias, para colocarlas en las unidades deficitarias.
En los mercados de capitales, los inversionistas depositan su confianza (su dinero), y en este sentido, resulta importante que sea un mercado regulado, con normas claras y que cuente con agentes reguladores o fiscalizadores que velen por el adecuado cumplimiento de las normas, por parte de los participantes y de su correcta actuación, sus interrelaciones y negocios.
El regulador-fiscalizador vela por mercados ordenados, transparentes y equitativos, que cuenten con información veraz, suficiente y oportuna para la toma de decisiones de inversión.