No devengan intereses, pues son un instrumento de capitalización.
Su rentabilidad es variable y depende de:
- las utilidades que distribuya la empresa emisora en forma de dividendos;
- las ganancias o pérdidas de capital que generan las diferencias de precio entre el momento de la compra y la venta de las acciones;
- las acciones liberadas de pago que se reciban.