Los meses de gracia buscan apoyar las acciones de pago que planifica un deudor.
Al contratar un crédito ya sea de consumo o hipotecario, junto con negociar la tasa, el plazo y el monto, deberá negociar otras condiciones relativas a éste, que al principio pueden parecer un excelente beneficio, pero no necesariamente son recomendables para todas las personas.
De esta forma, contratar meses de gracia puede ser una buena o mala decisión dependiendo de sus necesidades y la información que maneje.
Comience a pagar en seis meses...
Aunque la oferta suene tentadora, siempre conviene detenerse a pensar en el costo que tendrá para usted.
Los meses de gracia permiten diferir el pago de la primera cuota por el plazo que acuerden las partes. Sin embargo, pagar la primera cuota un par de meses después tiene un costo para el cliente.
En el minuto en que se contrata un crédito, comienzan a correr los intereses, y al no pagarse la primera cuota, estos intereses se suman al capital adeudado y sobre este nuevo monto se cobrarán los intereses del mes siguiente. Esto sucede tantas veces como meses de gracia haya contratado y determina el total adeudado por el cliente.
Por esta razón, cuando llegue el momento de pagar la primera cuota, ya deberá un monto superior al contratado, por haber acordado con la entidad meses de gracia.
Los meses de gracia tienen un costo y no deben ser contratados porque simplemente se ofrecieron. La única persona que puede decidir si es una buena o mala alternativa es el cliente.
No pague en marzo, septiembre y diciembre...
Otra de las opciones que pueden pactarse al momento de contratar un crédito, es la posibilidad de no cancelar cierto número de cuotas durante su vigencia, incluso pueden precisarse los meses en que el cliente tiene esa posibilidad. En este caso se habla de meses de no pago.
¿Los meses de gracia y los llamados meses de no pago son la misma cosa?
Son figuras en las que el cliente puede omitir la cancelación de cuotas, sin que ello represente un incumplimiento de sus obligaciones porque lo pactó previamente con la entidad. Ambas opciones tienen un costo para el cliente porque los intereses que se generan durante ese periodo se suman al monto adeudado, es decir, se capitalizan.
Sin embargo, se diferencian en que los meses de gracia permiten diferir el primer pago por uno o más meses y una vez contratados se aplicarán indefectiblemente, es decir, el cliente no puede cambiar de opinión. En tanto que en los meses de no pago, el cliente pese a haberlos pactado al inicio, tiene la posibilidad de decidir si desea ejercer el derecho o no. Si lo hace, esos intereses devengados en el periodo que no se pagó, se capitalizarán.
¿Cuándo conviene contratar meses de gracia?
Es una buena decisión si realmente lo necesita. Si usted no tomó una decisión informada y no conocía el costo de cada mes de gracia, estamos ante una situación en la que esta opción puede no convenirle porque no tiene certeza respecto a los costos que tiene la operación.
Si la decisión es informada y se adapta a sus necesidades, entonces puede tenerse la tranquilidad de que está actuando correctamente.
¿Cuánto cuestan los meses de gracia?
Para graficar el costo que involucra contratar meses de gracia se considerará el siguiente ejemplo:
Supongamos que contrata un crédito de un millón de pesos ($1.000.000) a 24 meses con una tasa del 2% mensual. Pagará $77.667 pesos por tres meses de gracia y $160.088, por 6 meses de gracia.
Siguiendo este mismo ejemplo, puede observar en la tabla que se presenta a continuación, cómo se incrementa el valor cuota con la contratación de meses de gracia.
Meses de Gracia | Valor Cuota (Mensual) | Valor total a pagar | Costo meses de gracia |
Sin meses | $52.871 | $1.268.906 | ---------- |
3 meses | $56.107 | $1.346.574 | $77.667 |
6 meses | $59.541 | $1.428.995 | $160.088 |