Es cualquier instrumento que le permita a su titular o usuario, disponiendo de un crédito del emisor, adquirir bienes o pagar servicios vendidos o prestados, en establecimientos afiliados al correspondiente sistema, además de otro tipo de beneficios que se le puedan otorgar.
Se le llama "tarjeta" debido a que su primera forma de uso fue (y continúa de esa manera) un dispositivo de plástico del tamaño de una tarjeta de visita que cuenta con una banda magnética en la que se almacena información con la identificación de su dueño y otros datos relacionados. Contiene además el logotipo y nombre del banco o entidad que haya emitido la tarjeta, un número de identificación, el nombre del titular y la fecha de vencimiento de la misma (expresadas con mes y año).
Sin embargo, la normativa vigente indica adicionalmente que "la tarjeta podrá corresponder a un instrumento plástico o cualquier dispositivo físico, electrónico o informático, que cuente con un sistema de identificación único del respectivo medio de pago y cuyo soporte contenga la información y condiciones de seguridad acordes con tal carácter". De hecho, en algunos países ya se utiliza el teléfono móvil como el dispositivo que contiene tal información y por ello, el teléfono reemplaza a la tarjeta para estos efectos.
Las tarjetas de crédito son intransferibles.
En el mercado nacional operan varios sistemas de tarjetas de crédito emitidas por bancos o casas comerciales, incluyendo marcas internacionales (Visa, Mastercard, Diners, American Express, entre otras) y nacionales (CMR, Presto, entre otras).
Las tarjetas de crédito permiten hacer compras en los comercios que estén afiliados a la red de pagos de la tarjeta (en forma física o virtual, a través del teléfono o Internet) y también, es posible realizar diferentes operaciones a través de cajeros automáticos.
Para realizar la actividad de emitir y operar las tarjetas, la institución financiera respectiva (que puede ser una entidad bancaria o no bancaria) debe estar registrada ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que regula y fiscaliza sus actividades. Adicionalmente, cada tarjeta que se entrega a un cliente debe estar respaldada con el correspondiente contrato, que regula los derechos y obligaciones de las partes (cliente, emisor y operador).
La normativa que regula estas tarjetas se encuentra en la Ley 20.950 sobre Medios de Pago, el Capítulo III.J.1.1 del Compendio de Normas Financieras del Banco Central de Chile y en el Capítulo 8-41 sobre "Tarjetas de Pago" de la Recopilación Actualizada de Normas de CMF.